¿Cuál es el inicio de la Transformación Digital en la Empresa?


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Si quisiéramos simplificar la gran complejidad que hoy día existe en cualquier empresa, y aprovechando que estamos ante lo que denominamos "Economía del Conocimiento", parece acertado recurrir a esa imagen que utiliza Lorente (2009)  sobre un gran cerebro con dos lados: el derecho, que representa la rentabilidad de la empresa, generada con la obtención del beneficio y la buena gestión de costes; y el izquierdo, que representa la credibilidad,  gracias a la cual se genera el  negocio orgánico de la empresa, para obtener tal beneficio. En la siguiente imagen podéis ver su representación gráfica. 
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El  cerebro de la empresa digital- Yolanda Blázquez


Las dos palancas de cualquier empresa son su rentabilidad y su credibilidad 


El primer lado (rentabilidad) se suele asociar con el trabajo a corto plazo de la empresa, y el segundo (credibilidad) con el que se realiza pensando en el medio/largo plazo. Tenemos pues las dos palancas fundamentales  de cualquier negocio: la rentabilidad y la credibilidad.  Esto es lo que tenemos que tener en cuenta al comienzo de cualquier proceso de transformación digital.                                                                     
                 

La supervivencia de una empresa depende del equilibrio entre corto y largo plazo                                                                

Un lado se alimenta del otro y el equilibrio en el desarrollo de ambos lados es fundamental para poder alcanzar la supervivencia en el medio y el largo plazo. 

Es obvio: si por ejemplo tenemos que gestionar una empresa carente de cultura de innovación (imprescindible hoy día), sin buena reputación y que vende productos indiferenciados con respecto a su competencia, por mucho que estemos realizando una gestión financiera impecable todo ese esfuerzo será en balde. Y a la inversa, si nos encontramos ante otro ejemplo de una empresa muy innovadora, que dispone del mejor talento comercial del mercado, pero en cambio sus gestores dejan mucho que desear, pues las posibilidades de subsistir serán muy próximas a cero.
                                                                                     
En este sentido, ¿quién no ha oído aquello de “ya no existe el trabajo para toda la vida”? En contra de lo que parecen decir muchos, esto no sucede solo porque existan ya nuevas formas de trabajo en las empresas que fomenten esta situación, sino sobre todo porque la supervivencia de una empresa – grande, mediana o pequeña- ya no está asegurada, y casi con seguridad la vida laboral de un empleado será mucho mayor que la de la empresa para la que trabaja.    

Este necesario equilibrio del cerebro empresarial no se da de forma habitual hoy día, puesto que, en líneas generales, todos los sectores se encuentran ante nuevos retos desconocidos a los que enfrentarse, que hacen que un lado esté más desarrollado/reducido que el otro. Por ejemplo, en el caso del sector financiero, nos podemos encontrar principalmente con entidades con un lado derecho hiperdesarrollado y más trabajado, y un lado izquierdo mucho más reducido. Y es obvio que el lado derecho necesita de un lado izquierdo más desarrollado para seguir generando el tan ansiado beneficio.         

Nos encontramos ante un gran cambio disruptivo en todos los sectores, ante un gran tsunami 


Sin duda, soy de las que afirman rotundamente que estamos ya ante una cuenta atrás ineludible para  toparnos  de bruces contra lo que podemos denominar un gran tsunami. Esto será debido al gran cambio disruptivo – que no evolutivo – que va a traer consigo el avance de la tecnología que tendrá lugar de aquí en adelante, y, por otro lado, al impuso de cambio que se plantea desde Europa, a través de la agenda 2020, que pretende conseguir que el ciudadano sea más digital en su relación con la Administración. ¿Quién duda de que esto se trasladará en un cambio de hábitos en la relación de este ciudadano con las empresas? No os olvidéis de que este ciudadano es nuestro CLIENTE y nuestro EMPLEADO.


Para afrontar este gran cambio necesitamos un nuevo modelo de empresa que equilibre ambos lados de su cerebro 


¿Cómo afrontar este gran tsunami? Pues realizando una transformación en profundidad. Y cuando digo en profundidad, es en profundidad.  Para ello, debe definirse un nuevo modelo de empresa que será la referencia para guiar los pasos en los próximos cinco años.  Este nuevo modelo deberá tener como primer objetivo conseguir equilibrar ambos lados del cerebro, su centro neurálgico como acabamos de verEs decir, equilibrar la visión del corto con la del medio/largo plazo.                                                                                                                                             

En el sector bancario, el nuevo modelo es el BANCO DIGITAL


A este modelo de referencia lo denominaré en este blog como  banco digital, para el caso de la empresa bancaria y, empresa digital, para el resto de sectores. A lo largo de este blog te iré mostrando mi propia visión sobre sus características esenciales. Lo que sí está claro es que nadie conoce a fecha de hoy cuál es la mejor hoja de ruta para llegar a él; por ello, es preciso que entre todos aportemos nuestro granito de arena dentro de un marco de cooperación sana entre las empresas implicadas en este reto. Si no, creo que es algo inviable para cualquiera que pretenda navegar solo en la tempestad.


Espero que este post te haya hecho al menos reflexionar sobre estas cuestiones básicas que debes hacerte al comienzo de cualquier proceso de tranformación: ¿Tendría que transformar digitalmente mi empresa? ¿Por qué y para qué?



Si es así, vamos bien ;-) 





Referencias y/o blibliografía recomendada



1. LORENTE, Joaquín; "Piensa, es gratis", Planeta, (2009).


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Hola a tod@s, soy Yolanda Blázquez, reponsable SEO | SEM de #Marketing Digital de @Bankia y Researcher. Si te ha gustado el artículo, te animo a que lo compartas en redes sociales

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